Comodidad
Puedes hacer la clase desde tu propia casa, tu lugar de trabajo o cualquier sitio con conexión a Internet. No hace falta ir a ningún sitio específico para hacer las clases.
Flexibilidad
Puedes cambiar de lugar según tus necesidades puntuales. Por ejemplo, si tienes una reunión que termina tarde algún día y no te da tiempo a volver a casa, puedes hacer la clase desde el trabajo. O si necesitas viajar por temas de negocio, puedes dar la clase desde algún hotel u oficina.
Aprovechamiento del tiempo
No pierdes tiempo en desplazamientos: ya que haces las clases desde donde quieres, no hace falta desplazarte al Instituto para las clases así que ahorras el tiempo y la molestia que eso normalmente supondría.
Dedicación al 100%
Al no compartir la clase con nadie más, todo el tiempo de la clase está dedicado a ti y así tienes más tiempo y oportunidad para hablar. Además, si cometes algún error, el profesor lo escucha y te lo corrige, algo que no siempre sucede en las clases de grupo cuando te toca hablar con un compañero de clase.